El 18 de octubre de 2014, era un sábado, un día nublado y seco en el centro de la capital, pero al caer la jornada, fuertes lluvias afectaron la zona montañosa en la vereda San Antonio.
Por: Jairo Figueroa, Diario Putumayo
Tras el evento natural, se registró una estampida de los mocoanos, en especial, de los barrios que en 2017, fueron desapercibidos por la avalancha del 31 de marzo, al amanecer del 1 de abril.
En uno de los recuerdos de Facebook, apareció el relato de quien en vida fue el periodista Germán Arenas, quien temprano el domingo 19 de octubre de 2014, contaba que las lluvias provocaron el aumento de las aguas de varias afluentes, entre estas el Rio Conejo. “Catorce mil personas en Mocoa sin servicio de agua por daño en la bocatoma del acueducto Barrios Unidos”, fue el titular del comunicador quien falleció el pasado 22 de mayo de este año.
El alcalde para esa época, era Elver Cerón, quien tuvo que ordenar ante la emergencia un “Plan de Mando Unificado” (PMU), en el segundo piso del cuerpo de bomberos, en el que las autoridades analizaron el evento natural, que a más de asustar a los habitantes de la ciudad, dejó sin servicio de agua a cientos de familias beneficiarias del acueducto. “Sólo este lunes se tendrá un dictamen definitivo de los daños del acueducto ya que la lluvia sigue cayendo en la zona lo que imposibilita las labores de los operarios de la empresa de acueducto”, concluía en su nota Arenas Usme.
Domingo 19 de octubre de 2014, afectaciones acuerdo barrios Unidos.
Siete años después de ese evento, mocoanos como Andrés Ortega, concluyen que, “Tres años antes de la avalancha, en el 2014 la naturaleza ya nos avisaba algo….no le hicimos caso”.
Pese a la tragedia que dejó 337 muertos más de siete decenas de desaparecidos y más de 9 mil damnifícanos, no sabemos si la naturaleza, vuelva a sorprender a “La Dama Antañona”. Ojalá, sus habitantes, “hayan aprendido la lección: la de escuchar los avisos de la naturaleza. Para suerte de la ciudad, existe el Sistema de Alertas Tempranas (SAT), pero en especial, el personal de vigías, que están atentos a fenómenos torrenciales, mientras la comunidad descansa.
Estos consumidores llegaron hace una semana a la capital del Putumayo y se incorporaron al cinturón de miseria humana que, deambula por la zona comercial y residencial.
“Los vi cómo se bajaron de un camión que, los trajo a la altura de la vereda Las Toldas” en la vía entre Mocoa y Pitalito, coincidieron en señalar Aura y Luis, habitantes de la zona distante a 6 kilómetros del perímetro urbano.
Habitante mendiga comida
Según sus cálculos estos consumidores, nuevos habitantes de calle, fueron enviados desde Pitalito. Al respecto una fuente comentó a este medio que, sería “un trabajo oculto” de las autoridades de esa ciudad del sur del Huila, para deshacerse de los “viciosos” y ladrones que pululan en las calles laboyanas.
Según la Secretaría de Salud de Mocoa, antes de llegada de estos consumidores de sustancias era de 240, lo que aumenta la cifra a 252 enfermos.
El sector comercial es el más afectado, sus actividades se tornan inseguras. En el caso de los restaurantes los clientes se muestran incómodos por el tránsito de habitantes de calle, en algunos casos “le meten” la mano a su platos.
En la situación que vive Mocoa, no hay reacción de las autoridades, el gobierno municipal que, adolece de una política pública para enfrentar el problema y devolver a sus lugares de origen a los consumidores de drogas que, cada día se hacen más, dándole a la ciudad una imagen de “tierra de zombies”.
La llegada de este nuevo año en la capital de Putumayo en los primeros minutos de celebración fue con mesura.
Llegada las 12:00,hora cero del arenque de los nuevos 365 días, los moconos usaron menos pólvora que en años pasados. Claro está, que las medidas restrictivas a la venta de estos productos peligrosos, contribuyó a que el riesgo de personas se haya disminuido.
En las calles, se pudo observar la quema de los “años viejos”, y el baile de hombres y mujeres recibiendo la nueva época.
Fuegos artificiales
Las autoridades esperan que durante el 1 de enero, el comportamiento ciudadano, el consumo de trago sea moderado y la conducción vehicular sea precaución.
El cierre del parque principal para proteger el alumbrado navideño, actividades culturales, lúdicas y deportivas hacen parte de la nueva visión que quiere darle a este primer día de los carnavales, la administración del alcalde Jhon Jairo Imbachí.
Las actividades se constituye en un motivo para generar conciencia en la cultura de ahorro del agua, que por años los mocoanos, justo en esta fecha han despilfarrado. “El agua se ha convertido en un bien preciado, escaso y costoso para el mundo que está en crisis por cambio climático”, advirtió Marisol González, Secretaria de Educación al hablar de la trasformacion del “día de los inocentes, que en años atrás, incluso terminaba en riñas por enfrentamientos de jóvenes que llenaban bolsas de agua, incluso hasta con hielo, para participar de un juego brusco que llevaba en muchos casos en accidentes fatales como en 2021, donde un niño de 7 años murió arrollado por un vehículo en una calle capitalina.
El desmonte de ‘la fiesta brusca’, de esté 2022, conlleva a la concentración de niños, jóvenes y adultos en zonas como: Coliseo del barrio Las Américas con rumba terapia; la misma actividad en la plazoleta del Hotel Mocoa Samai y en el barrio San Agustin la festividad del “arco iris”, donde se ha invitado a la población a actividades artísticas como la pintura, murales y otras expresiones de arte, donde saldrán a flote los talentos ocultos de la comunidad con el uso de la pintura.
PUTUMAYO TOMA PUTUMAYO
El acueducto municipal de Aguas Mocoa, no suspendió el servicio, mientras que el acueducto comunitario de Barrios Unidos, cerró el despacho de agua por esta jornada, para cooperar en la iniciativa de transformación de la fiesta del 28 de inocentes.
Para muchas mocoanos, el proyecto es visto con buenos ojos, para otros, que pretenden conservar viejas costumbres del carnaval procedente de Nariño, se oponen a las medidas adoptadas por el gobierno local.
La decisión administrativa es calificada por algunos críticos como positiva, dadas las circunstancias vividas por Mocoa el 31 de diciembre de 2017, donde una tragedia ocurrida por el agua, destruyó 7 barrios de la ciudad, afectando otros 17, y que mató a 337 habitantes y otros 77 quedaron desaparecidos, amerita el no despilfarro de agua, ya que la ciudad completa más de 6 años y medio sin resolver totalmente el abastecimiento del líquido en las casas de los mocoanos. A pesar de las obras de las bocatomas, algunos obras hacen falta para superar en definitiva la problemática.
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